MIS SÍNTOMAS NO ERAN HIPERTENSIÓN.

Soy J.M. y pretendo contaros en este pequeño apartado mi experiencia pre- SAMU Wellness, estancia en SAMU Wellness y post -SAMU Wellness.

Me gustaría que quien se vea reflejado en algún momento con mi historia personal, no piense jamás en tirar la toalla, todo lo contrario, hay que pensar en buscar ayuda y en SAMU Wellness la encontraran con total seguridad.

Todo comenzó con un evento de mi trabajo, no narraré la situación por ser secreto profesional, fue ahí cuando la ansiedad llamó a mi puerta y yo no supe cómo abordarlo, entender que me pasaba. Tenía síntomas tales como adormecimiento de la cara, pierna derecha, tensión arterial por las nubes, taquicardias, pensé en que me iba a morir y fui al médico de cabecera, el cual me derivó a un psiquiatra quien se limitó a decirme que me tomara mi pastilla de trankimazin y todo pasaría.

Pasaron los meses y me vi que no salía ni a la puerta de mi casa, es muy duro no saber qué es lo que te pasa y ver que en aquel momento nadie te ayuda.

El día que decidí ingresar en SAMU Wellness fue un día que me sentí como un drogodependiente del tranquimazin. mi médico de cabecera me indicó que debería cambiar de psiquiatra y me tuve que tomar 5 pastillas de 0,25 mgr. de trankimazin para llegar a esa consulta (fue el médico quien me mandó tomar más pastillas), por cierto en esa consulta estuve tirado en el suelo, hiperventilando, me daba miedo la gente. A día de hoy cuando me acuerdo de aquel día pienso que si pasé por eso, puedo pasar por cualquier cosa y seré capaz de reponerme. Tras todo lo mencionado, vi como mi mujer lloraba y busqué en mi interior la solución, sin llegar a saber ni que me pasaba, por ello decidí que mi mujer no sufriera más e ingresar voluntariamente en SAMU Wellness.

En la clínica SAMU Wellness los primeros días fueron duros (te ves trabajando, haciendo tu vida normal y al día siguiente en un centro de salud mental, cuesta encajar la entrada a estos sitios por el estigma social que provoca.

Allí me encontré con un psiquiatra, psicóloga y médico internista de lo mejor, así como enfermeros-as, celadores-as, auxiliares de enfermería, terapeuta ocupacional, fisioterapeuta y nutricionista, les doy las gracias por la atención que me han prestado, me hicieron sentir como en mi casa, asimismo me acompañaron para abordar todos los problemas que debo superar para llegar a la meta, es decir, controlar la ansiedad patológica.

Hoy en día vivo en mi casa, a la cual creía que nunca volvería por mi temor a salir a la calle, puedo decir que me han devuelto a la vida y aunque me quede camino por recorrer. Es tal mi agradecimiento que se lo recomiendo a cualquier persona que se vea al límite como yo me vi.

¡Muchas gracias!,  de una persona que la ansiedad ya no la ve como un demonio sino como una parte más de las emociones que tenemos que vivir.

Me podría extender y escribir un libro con mi historia, pero como agradecimiento decidí hacer este escrito.

P.D.:  No me olvido de los compañeros con los que tuve el placer de compartir esta viaje allí en SAMU  Wellness, un abrazo para ellos, son personas normales y el estigma que yo le tenía a todo esto de la salud mental, se ha esfumado es más si lo tengo que contara conocidos lo hago con mi cabeza bien alta.

Recuerda: La línea de verte bien a estar mal con ansiedad es tan fina que si la gente lo supiera  tendrían los Centros de Salud Mental como si fueran centros de los dentistas y no tendrían tan estigmatizados a las personas que hemos tenido que ingresar allí por “X” motivos.

De un Cabo de la Guardia Civil que ve las cosas desde otro punto de vista y que ha conocido la línea.

Un saludo cordial a todo el equipo de SAMU Wellness y a mis compis de viaje.

AHORA LA ANSIEDAD, ME ENSEÑA LAS DIFICULTADES QUE TENGO QUE AFRONTAR

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