Trastorno obsesivo-compulsivo
El trastorno obsesivo-compulsivo se caracteriza por la presencia de obsesiones o compulsiones persistentes, o ambos. Las obsesiones son pensamientos recurrentes y persistentes, imágenes o impulsos/urgencias que son molestos, no deseados y asociados comúnmente con ansiedad. La persona intenta ignorar o suprimir las obsesiones, o neutralizarlas mediante la realización de compulsiones. Las compulsiones son comportamientos repetitivos que la persona se siente impulsada a realizar en respuesta a una obsesión, de acuerdo con normas rígidas, o para lograr una sensación de «bienestar».
Mediante la Estimulación Magnética Transcraneal la técnica enfoca su campo magnético sobre el córtex prefrontal medial (área motora suplementaria) que a través de la estimulación genera actividad cerebral profunda que desencadena en una disminución de la activación de las áreas encargadas de la producción de obsesiones.
Este tratamiento produce una mejora en las siguientes funciones: mejora la capacidad de inhibición (control de impulsos), se produce una mayor regulación sobre la planificación conductual y emocional y aporta flexibilidad neurocognitiva.
La evidencia científica hace hincapié en la validez y eficacia de este tratamiento para el proceso terapéutico de la depresión.