¿Qué le ocurre a nuestra mente cuando viaja?
Tiempo de viajes: de trenes, aviones o travesías en coche. Viajar abre nuestra mente, nos ayuda a conocer otras culturas, otras costumbres, otras personas. Pero ¿Por qué nos gusta tanto viajar? ¿Qué le ocurre a nuestra mente cuando viaja? ¿Cuáles son sus beneficios?
Ya sea en la montaña, la playa o en ciudad, viajar es una experiencia enriquecedora que nos aporta mucho. Nuestro cerebro se estimula y desarrolla cuando conecta con lugares que no le resultan habituales. Por este motivo, viajar fomenta la imaginación y la creatividad. Conocer otras culturas aviva nuestra tolerancia, la humildad y nos libera de prejuicios.
Descubrir sabores, olores, paisajes y personas nos ayuda a reforzar nuestra mente y nos ofrece una oportunidad diferente para aumentar la confianza en nosotros mismos. Y es que, lejos de casa, crecemos en la adversidad. Independientemente de si viajamos acompañados o no, en familia o con amigos, en los viajes se plantean problemas cuya búsqueda de soluciones refuerzan nuestra mente. Asimismo, ayudan a crear lazos entre los miembros de las familias y amigos, se crean anécdotas que se recordaran con cariño. Aprendemos a valorar lo que tenemos.
Viajar te hace sentir vivo. Durante los viajes nuestro cuerpo permanece activo, y aunque no nos demos cuenta, practicamos ejercicio físico, lo que ayuda a mantener enérgicos nuestros huesos y músculos. Lo cierto es que los contrastes llaman nuestra atención, nos sacan de la conocida y famosa zona de confort, e incluso, pueden acabar sorprendiéndonos aspectos de la rutina que forman parte de nuestro día a día.
Esta libertad con la que nos sentimos, nos permite reflexionar y descubrirnos a nosotros mismos. Estos “descubrimientos” son una oportunidad para crecer como persona pues nuestro cerebro se estimula ante las novedades y los desafíos. Por eso, no dejes de viajar, es parte fundamental de la una Vida Wellness. Y es que, además, aumenta nuestra paciencia y nos ayuda a disfrutar del lado bueno de la vida.