Mindfulness a fondo: qué es y para qué sirve
De un tiempo a esta parte, la práctica del mindfulness está de moda. Copa titulares, aparece en la oferta formativa de decenas de centros y universidades y se recomienda para solucionar los problemas más variados. Algo tendrá el mindfulness cuando su aplicación a los males modernos como el estrés, la ansiedad y la depresión crece cada día. Pero, ¿sabemos qué es? ¿Cuándo se aplica? ¿Para qué sirve? Hablamos con dos expertos en mindfulness, responsables del curso MBSR de la clínica de salud mental de Sevilla SAMU Wellness -cuya segunda edición arranca el 25 de abril– e intentamos dar respuesta a estas y otras preguntas.
¿Qué es mindfulness?
Mindfulnesses, traducido literalmente del inglés, «atención plena». En las sociedades modernas, nuestra atención salta de un punto a otro. Daniel Kahneman, psicólogo y Premio Nobel de Economía, cree que pasamos por unos 20.000 «presentes psicólogicos» cada día, lo que significa que abrimos una «ventana nueva» cada tres segundos. Esta acumulación de estímulos limita nuestra capacidad y puede llegar a saturarnos.
El mindfulness trata de despejar el ruido ambiental y emocional al que estamos sometidos. «Mindfulness nos entrena para centrarnos en la tarea, a través de una defusión cognitiva, nos ayuda a ser espectadores de nuestros pensamientos, tomar cierta conciencia de qué nos está pasando, qué sentimientos nos están viniendo y a dejarlos estar con nosotros «, explica la experta en salud mental Dulce Nombre Franco.
Ella es psicóloga y terapeuta en la clínica de salud mental en Sevilla SAMU Wellness. Además, es experta en mindfulness en práctica clínica y responsable del curso SAMU Wellness de MBSR, y nos explica que se trata de una terapia de tercera generación: si la primera generación se centraba en erradicar los síntomas de forma conductista, la segunda introdujo un enfoque cognitivo enfocado hacia los pensamientos, la tercera incorpora las interacciones de la persona con su contexto teniendo en cuenta su historia y circunstancias actuales.
¿Cuál es el origen del mindfulness?
La práctica viene de la meditación en la cultura oriental, aplicada en Occidente desde 1979 por Jon KabatZinn, profesor de Medicina en la Universidad de Massachussets. Según Kabat-Zinn, «El mindfulness no es un catecismo, una ideología, un sistema de creencias, una técnica o conjunto de técnicas, una religión o una filosofía. Como mejor podemos describirlo es como «una forma de ser y estar»».
Desde hace unos quince años, hay un movimiento para incorporar estas prácticas de meditación en las sociedades occidentales. Por ejemplo, un grupo constituido en el Parlamento británico trabajó durante más de un año en un programa para incorporar el mindfulness a las instituciones y servicios públicos en el Reino Unido. El resultado de ese trabajo es el informe MindfulNation UK, publicado en octubre de 2015.
Por razones obvias, el principal campo al que se está incorporando es la Psicología. La experta Dulce Nombre Franco destaca que el «mindfulness sirve como faro que nos alumbra algunas carencias, dificultades personales». Por eso, en la práctica occidental de la escuela europea se despoja al mindfulness de los elementos religiosos que pudieran tener en la cultura oriental, para mantener la herramienta básica: la meditación.
¿Qué es el protocolo MBSR?
Dulce Nombre Franco es responsable del curso de mindfulness SAMU Wellness que arranca el 25 de abril, y especifica que este sigue el protocolo MBSR. Por sus siglas en inglés, «reducción del estrés basado en el mindfulness«. ¿Qué significa esto? Los instructores deben tener unas «horas de vuelo», es decir deben practicar mindfulness antes de poder impartir una práctica. Además, el protocolo incorpora unas pautas comunes, como explica Juanma Conde, instructor del curso: «En todo el mundo se sigue el mismo protocolo, los mismos pasos, se imparte la misma materia y se realizan las mismas prácticas». Conde pertenece a la escuela europea de mindfulness, la más extendida.
«Quien viene nota que algo está pasando en su vida, que no termina de encajar bien y necesita una atención. Quizá no lo relaciona con una patología o trastorno mental grave, pero ve que sus mecanismos de defensa no valen para reorganizar su circunstancia actual». Es un inicio de transformación personal y conocimiento de sí mismo, comenta Dulce Nombre. Para realizar un curso de mindfulness no es necesario tener un diagnóstico clínico que aconseje un tratamiento psicológico sino, simplemente, «sentir una necesidad emocional, por una situación de estrés o vital, de reflexionar con respecto a su situación».
¿Qué beneficios produce?
Como explica Dulce, con la práctica de mindfulnessse se pretende desarrollar una «mente de testigo», «tener una conciencia de que este momento está pasando y relacionarme con él de otra manera», sin juzgar. Juanma Conde enumera tres aspectos en los que una persona que realiza el curso puede notar mejoras:
- Produce bienestar mejorando la salud física y psicológica: el programa del curso de la clínica de salud mental en Sevilla SAMU Wellness está centrado en el desarrollo de la atención, pues uno de los elementos que más estrés nos genera es cambiar la atención de una cosa a otra continuamente. Ser capaces de controlar este impulso mejora el bienestar. Además, puede ayudar a mejorar la salud física y psicológica. Conde explica que con el mindfulness «dejamos de automatizar respuestas inadecuadas formuladas desde el estrés». Al bajar el estrés, mejora la salud física y la psicológica.
En este sentido, hay que tener en cuenta que muchas personas tienden a la «rumiación», a dar vueltas a las cosas generando miedo, rabia o inquietud. «El curso posibilita que las personas se dediquen un tiempo y tomen conciencia de qué les va bien y qué va mal. Como se toma conciencia de lo que ocurre, se generan hábitos más productivos, saludables y sostenibles», explica Conde.
- Se desarrollan las capacidades como la gestión de las emociones, la comunicación y la toma de decisiones. «Mejora la capacidad para manejar la incertidumbre, ganar foco para tomar decisiones y no dejarse llevar por lo emocional», asegura el instructor.
- Puede contribuir a mejorar las relaciones personales. Al reducir los niveles de estrés se facilita la conexión con el otro y con lo que ocurre alrededor. En palabras de Conde: «Hay un elemento importante, que es no juzgar, sino estar atento a la experiencia. Esto permite escuchar más la experiencia de los otros, lo que permite empatizar y generar confianza».
Algunos expertos creen que, dada su reciente introducción en Occidente, faltan aún estudios que corroboren con certeza absoluta los efectos de la meditación. Hay, además, una dificultad metodológica para alcanzar una demostración empírica, como explica en este artículo de El País el neurólogo Daniel Martín Fernández-Mayoralas.
Sin embargo, ya han aparecido trabajos que muestran la correlación entre la práctica de mindfulness integrada con terapias cognitivo-conductuales y la reducción de las recaídas en la depresión. Es el caso de este estudio publicado en el Journal of Consulting and ClinicalPsycology (pincha aquí). Este otro estudio de revisión de 47 ensayos de meditación, con 3.515 participantes en total, mostraba que el mindfulness podía producir mejoras moderadas en la ansiedad, el estrés y la depresión. Este meta-análisis muestra «efectos clínicamente significativos» sobre la ansiedad y la depresión.
Como recuerda en un artículo el propio Kabat-Zinn, la OMS señala que las enfermedades mentales serán las más comunes en los países desarrollados en 2030. Para avanzar en el desarrollo de herramientas como el mindfulness se necesita complementar su gran popularidad con un soporte científico suficiente, que permita separar las buenas prácticas y los programas basados en la investigación de calidad de lo que él denomina McMindfulness.
El curso mindfulness en SAMU Wellness
Hay un elemento que distingue el curso de la clínica de salud mental de Sevilla SAMU Wellness de otros. Junto al instructor, en SAMU Wellness siempre habrá un experto en práctica clínica presente. Es decir, un psicólogo o terapeuta. Como explica Dulce Nombre Franco, se trata de «sostener las emociones que se generan durante el curso». En ocasiones mindfulness puede ser una llamada al emergente inconsciente, para lo cual es necesario ser terapeuta habilitado. «De esta forma, cuando aparece una dificultad, un movimiento de determinadas emociones, se atenderá desde una práctica profesional», añade.
El programa consta de ocho sesiones de dos horas y media y una sesión de práctica intensiva en silencio de ocho horas, con grupos de unos veinte alumnos. «Los alumnos aprenden a ver cómo se forman sus emociones, y entrenan los funcionamientos más saludables», comenta Conde. Se trata, al fin y al cabo, de posibilitar que las personas se dediquen un tiempo y tomen conciencia de sus dificultades personales y experiencias vitales que le llegan a esta situación actual. De ese modo, dispondrán de mejores herramientas para reducir el estrés y la ansiedad.
La primera edición se celebró el pasado 31 de enero. Dado su éxito y buena acogida, la clínica de salud mental SAMU Wellness acogerá una segunda edición a partir del 25 de abril. El plazo de inscripción para este nuevo curso ya está abierto.