¿Realmente descansamos en vacaciones?
Somos muchos los que durante el año soñamos con nuestras anheladas vacaciones, soñamos con descansar, desconectar de móviles, ordenador, trabajo para casa… Y precisamente estas son algunas de las cosas que debemos evitar si realmente queremos desconectar y recargar pilas en vacaciones.
Nuestro cuerpo y nuestra mente necesitan un tiempo para poder volver a combatir la rutina con ganas de más. Pero ¿cómo lo hacemos? , desde Samu Wellness te ofrecemos estas orientaciones para que disfrutes más que nunca de tus vacaciones:
Si eres de los que te cuesta madrugar no dudes en desconectar el despertador durante las vacaciones. Durmiendo entre 7 u 8 horas, tu cuerpo y tu mente descansaran y estarán activos todo el día. Y como en verano hay tiempo para todo ¿por qué no una buena siesta? Las siestas de aproximadamente 30 minutos ejercen un efecto rejuvenecedor, así que procura no tener que mirar el calendario cuando te levantes…
Vigila tu alimentación ¡Cuidado con los empachos! Comer saludable es una obligación, da igual en qué periodo del año nos encontremos. En verano nos apetecen alimentos frescos como el gazpacho o las ensaladas. El pescado y la carne no deben faltar en nuestra dieta mediterránea al igual que las 5 piezas de fruta diaria. El mar y los baños en la piscina abren nuestro apetito, pero procura evitar comer entre horas y fritos. Además, no debemos olvidar que nuestro cuerpo pierde más cantidad de agua debido a las altas temperaturas, por eso procura mantenerte hidratado bebiendo agua.
La lectura puede ser un gran descubrimiento del verano. Sumergirnos en las páginas de una buena novela nos aleja de los problemas de cada día. Además, también es un tiempo que empleamos en nosotros mismos. Gracias a la ficción, nuestra mente viaja. Cuánto mejor nos sintamos con nosotros mismos mejor nos sentiremos con los demás. Lo mismo ocurre con la música, aprender a tocar un instrumento o simplemente pararnos a escuchar música cuida nuestro humor, nos ayuda a conocernos a nosotros mismos, nuestras emociones, nuestros recuerdos…
El móvil y el ordenador hacen que estemos las 24 horas del día conectados. No se trata de apagar ambos dispositivos, ya que no siempre es posible, pero si procurar una dosificación en su uso. Tampoco llevarnos trabajo pendiente, un buen descanso pasa por desconectar, por prestar atención a aquello a lo que durante el año el tiempo no nos alcanza, para ver a las personas con las que pasamos poco tiempo, a las que echamos de menos, para establecer relaciones de apoyo que nos sirvan como corcho en el mar de la vida. Comparte preferencias y aléjate de aquello que no aporta.
¡Ejercicio físico! El buen tiempo y los lugares naturales como la playa o la montaña son espacios propicios para el deporte. Escoge un deporte que se adecue a tu personalidad y practícalo de forma regular, los efectos se notan de forma instantánea. ¿Sabías qué tus huesos descansan en movimiento?
Diviértase, disfrute, baile, salte, corra… ¡Siéntase vivo! Las vacaciones no solucionarán nuestros problemas, pero sin duda resultarán de gran ayuda para volver a la rutina con más ganas.
Cuando uno se siente bien consigo mismo comienza a disfrutar del lado bueno de la vida.