Adolescencia en tiempos de Covid
¿En cuántas ocasiones hemos oído hablar o hemos leído acerca de la importancia de las relaciones sociales en los menores y, en especial, en los adolescentes? Estamos seguros de que no es algo que nos es ajeno a ninguno y que, en estos momentos por los que pasamos, tenemos aún más presente porque es una faceta de la persona que ha quedado “congelada”.
A lo largo de los años de nuestra formación y de ejercicio de la profesión nos han insistido en valorar cómo son las relaciones sociales de un menor cuando éste acude a la consulta. ¿Tiene un grupo de iguales?, ¿sale o se queda en casa?, ¿cómo se relaciona con los otros? Y es cierto que suele ser un indicativo del estado en el que se encuentra el joven.
El grupo de iguales es un referente importante en la etapa de la adolescencia y, como tal, ejerce de sostén ante los conflictos que se presenta ante cada persona. Sirve de espejo en el que mirarse, acompaña, hace que la soledad que en ciertos momentos se busca también se rompa, entre otras cuestiones. Es un grupo que no sabemos cuánto puede durar, porque vamos oscilando en la vida, dejando atrás a parte de los miembros e incorporando otros nuevos, por lo que se busca cuidarlo de manera especial a esas edades.
Desde marzo, cuando se estableció el estado de alarma debido al Covid-19, la situación social y personal de cada uno de nosotros sufrió un cambio inesperado e imprevisible. Hoy, esa situación sigue provocando un nivel de incertidumbre en las personas que dificulta gestionar nuestra vida en general y las relaciones sociales en particular.
A diario escuchamos las recomendaciones para poder convivir con esta pandemia y, entre ellas, está la de mantener la distancia social. Escuchamos las quejas y el sufrimiento de autónomos, hosteleros, familias con dificultad para llegar a final de mes, e incluso consejos de cómo tenemos que estar viviendo en la distancia de nuestros seres queridos (ya se trate de familiares o bien de amigos). Nosotros desde aquí queremos lanzar la siguiente pregunta: ¿alguien se ha parado a escuchar cómo están viviendo los más jóvenes estas restricciones tan necesarias como dolorosas? ¿Cómo favorecemos el crecimiento personal de ellos cuando un pilar tan relevante en sus vidas está coartado?
A esta situación añadimos el handicap de que a los jóvenes, en general, se les está señalando como responsables de los contagios. Se mete en el mismo saco a los que sí favorecen este comportamiento con otros que están sin acercarse a sus abuelos por miedo a contagiarles tras ir a clases, y que han reducido el grupo de iguales para mantener la situación lo más controlada posible.
Hemos creído que la mejor manera de saber cómo está afectando o influyendo la pandemia actual en la vida de los más jóvenes era preguntando directamente a algunos de ellos, pero no a quienes ya venían sufriendo de alguna dolencia psicológica, sino a una parte de la población general que también debe ser escuchada.
¿Cómo te ha afectado la situación del Covid-19 en las relaciones con tus amigos durante el confinamiento y en estos momentos?
Chica de 9 años de edad
“Durante el confinamiento me sentí muy triste y tuve que comunicarme con mis amigas por videollamada, aunque hubiera querido salir a la calle para verlas. Ahora, aunque las medidas son muy malas, me conformo con poder estar físicamente con ellas durante un rato”.
Chico de 13 años de edad
“Me ha afectado de forma negativa, me produce tristeza porque ahora veo menos a mis amigos y, cuando los veo, es menos tiempo. Durante el confinamiento me afectó mucho ya que no veía a mis amigo y estaba solo, casi no hablaba con ellos. Ahora no lo estoy pasando bien pero en comparación con el confinamiento casi diría que lo estoy pasando genial, ya que ahora puedo verlos aunque con medidas reducidas”.
Chica de 16 años de edad
“Durante el confinamiento me afectó. Aunque intentábamos mantener el contacto y de alguna manera estar unidas, hacer videollamadas y hablar no era lo mismo, porque no es sólo verse en la calle sino también en el instituto. Hubo algunas personas con las que tenía más contacto por la afinidad que tenemos pero, en general, lo viví con pena. Ahora mi grupo de amigos no tiene nada que ver con el de antes, porque antes me juntaba con 20 amigos y ahora con seis, y seleccionar a esas seis personas es dejar a otros amigos más de lado. El grupo se va separando y me influye negativamente porque no tengo el mismo contacto”.
“Me he sentido y me siento enfadada, aunque es más impotencia porque no puedo hacer nada por cambiar esta situación y no tengo tanta libertad. Durante el confinamiento no podía hacer nada porque el país estuviera mejor, no dependía de mí. Ahora, aunque yo respete las medidas hay gente que no las respeta y eso provoca rebrotes”.
Nos gustaría dejar esta frase para que cada uno haga su propia reflexión y la próxima vez que nos quejemos por la situación actual podamos empatizar también con esta parte importante de la población, con ese menor y/o adolescente que un día fuimos: “El adolescente, como el resto de los individuos, tiende a agruparse durante los periodos problemáticos con otros que, como él, experimentan las mismas dudas, necesidades y frustraciones”. [Ángel Aguirre, 1994].
Autores: Eva Fernández y Roberto Alconada.
Departamento Psicología SAMU Wellness.